lunes, 11 de agosto de 2014

¿Serán los dientes?

Dicen que cuando empiezan con los dientecitos a los bebés les cambia el carácter. Yo no sé si será eso o qué bicho le habrá picado, pero de unas semanas a esta parte mi bollito ha dejado de ser la niña pachorrona que era para estar continuamente en tensión y protestando los ratos que está despierta. En cuanto abre el ojo te echa sus más amplias sonrisas, pero en un segundo cambia el gesto y comienza a lloriquear y así todo el día...

Según el pediatra ya está empezando con los dientes, pero mi ojo inexperto no consigue ver nada... Sólo me puedo guiar por una serie de observaciones: se come el puño entero, está todo el día dándose con la lengua en las encías y las caquitas son más babosillas (con el culillo un poco más rojito, pero nada del otro mundo), así que no estoy 100% segura de que sea eso lo que ha alterado el carácter a mi bollito.

Hace unas entradas os comentaba que bollito solo lloraba porque tenía hambre, pues bien, ahora ando perdidísima, porque solo tenía registrado ese tipo de llanto... Aunque creo que ahora también llora porque no consigue dormirse, de repente ha pasado a tener el sueño muy ligero y cuando antes comía plácidamente ahora es una aventura darle su teti, pues ya no se queda dormidita al terminar y está todo el rato dando tirones, enganchando y soltando...

En fin, creo que lo de la mastitis deriva de estos cambios y, si es así, puede que vuelva a darme la lata, pues he empezado a notar que ya no se engancha como antes, sino con la boca menos abierta (aunque también puede que el sabor salado de la leche del pecho afectado también influya) y no hay forma de hacer que la habra más. Supongo que debido a esto estoy teniendo un reflejo de eyección muy fuerte, tanto que, cuando come con un poco más de ansia, se atraganta.

Esto es una lata, cada vez que empiezo a disfrutar de la lactancia aparece algún problema nuevo. Sólo espero que esto pase pronto, sobre todo por el bien de mis pechotes! Ya que ella sigue aumentando genial de peso a pesar de la aventura en que se ha convertido ahora comer.

domingo, 3 de agosto de 2014

Mastitis...

Todos creemos que a nosotros no nos va a pasar, que eso siempre les pasa a los demás. Ja! Estoy teniendo mi primer encontronazo con la mastitis y espero que el último. Y escribo estas líneas por si sirven para ayudar a alguien a detectarlo precozmente.

Hace como una semana y media comencé a tener molestias en el pezón del pecho afectado, molestias que achaqué a que bollito me chocaba el pezón contra la encía (la pobre es precoz y estamos empezando con los dientes!). Si en su día hubiera sospechado algo, pues no era dolor de grietas, sino dolor interno, habría consultado con mi matrona y todo hubiera quedado ahí.

Ayer a la tarde me comenzó a doler el pecho y apareció una zona endurecida. Yo pensé que sería una obstrucción, como ya tuve al comienzo de la lactancia, hasta que por la noche empecé a encontrarme mal, como si estuviera pillando un gripazo, mucho frío, escalofríos por la espalda, dolor muscular... y fiebre! Estaba claro, era una mastitis como la copa de un pino. Al mirarme el pecho ahí estaba la zona enrojecida y caliente. Y todo ello a pesar de llevar tomando probióticos desde el comienzo.

Esta mañana tuve que pasar por urgencias pues la fiebre iba en aumento y aquí estoy, echa un trapo y sin poder casi ni atender a mi bollito, nada mas que lo justito, comer y poquito más... No puedo ni con las pestañas!

En fin, al más mínimo signo de alarma no lo dejéis, que en cualquier momento se desencadena la mastitis y es muy dolorosa, sin contar con el resto de síntomas (cómo estoy estoy echándola de menos hoy!). Yo doy gracias porque al menos no me duele cuando mi niña del alma come, que no todo el mundo puede decir lo mismo.